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Los chanchos no vuelan. Crítica Astronautas

Publicado: 2012-02-06

Colectivo teatral Víaexpresa; dir. Jorge Castro

Creación conjunta de Héctor Gálvez, Mateo Chiarella, Gino Luque, Gerardo Ruiz Miñán y Jorge Castro.

Astronautas, la más reciente puesta del colectivo teatral Víaexpresa, gira en torno a una supuesta expedición espacial a la luna durante el gobierno revolucionario del Perú. En este viaje, Pietro Sibille; Manuel Gold y Eduardo Camino son tres astronautas peruanos que, bajo las disposiciones del presidente Juan Velasco Alvarado, son entrenados para ser los primeros peruanos en conocer el espacio y pisar la luna; hecho significativo en una historia nacional llena de derrotas y de victorias pírricas, que incide en la potencial renovación del "herido ego peruano". Este suceso, de acuerdo con la trama, estuvo oculto hasta que el hijo de uno de los miembros de la expedición decide indagar, y elabora un documental acerca del paradero de su padre; investigación en la que descubre que hubo otro miembro de las fuerzas armadas desaparecido y demás datos de la supuesta expedición al espacio.

Así, en escena, somos testigos de la selección; preparación física y psicológica de estos tres hombres con personalidades distintas pero movidos por los mismos impulsos; así trasuntan entre “picos” de tensión y de pasividad. Lo interesante es apreciar cómo estas diversas dimensiones de los personajes se relacionan entre sí. Las escenas se enlazan con la proyección de las imágenes de ese documental que une y da pie a la acción dramática. Otros aspectos dignos de destacar son el manejo de las luces y el humo, que generan nuevos espacios en la escena; y también los elementos que conforman la escenografía a modo de estructuras metálicas lineales blancas, que dan la impresión de profundidad y, conjugadas, aportan a la puesta al conformar nuevas estructuras espaciales.

Se trata de una comedia llena de ironía, chistes y eventuales situaciones ridículas que hacen estallar de risa al público; sin embargo, no deja de ser una comedia un tanto sosa, con ridiculeces y chistes repetitivos que dejan de ser “risibles” pasados los quince o veinte minutos del inicio de la puesta. Los chanchos no vuelan; la peruanidad no es el himno nacional, o la bandera rojiblanca y no considero que ese supuesto “cuestionamiento” al ego herido del peruano –que "pudo" haber llegado a la Luna (¿?)- se dé o al menos no de modo trascendente. Algo mejor se pudo hacer con un argumento que podría haberse prestado más, tal vez,  a lo fantástico.


Escrito por

Gabriela Javier Caballero

Estudiante de Literatura de la Universidad Nacional de San Marcos; ha llevado un taller de crítica teatral con Sara Joffré y el seminario \"Análisis del trabajo del actor\", dictado por el argentino Jorge Dubatti. Interesada en la crítica y en la investigación


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El teatro sabe

teatro, espectáculo, cultura