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Una forma de adueñarse del tiempo. Crítica Paréntesis

Publicado: 2012-03-04

Escrita y dirigida por Diego la Hoz

Espacio libre

La agrupación teatral Espacio libre lleva doce años de compromiso con la creación y la difusión de obras y actividades relacionadas con el teatro peruano independiente. Su último trabajo, Paréntesis, es una interesante y conmovedora puesta a cargo de Karlos López Rentería, quien representa a un hombre que, en su cumpleaños número veinticuatro, decide hacer un “paréntesis” en su vida, un cuestionamiento de su pasado y su vida personal; una “pausa” en su historia. Además de ser una obra crítica con el tiempo en el que vivimos y que aclama la necesidad de un “mundo más quieto”, espectar esta obra nos da pie para analizar no solo lo visto en escena, sino lo complejo del proceso creativo de Espacio libre.

En el vídeo de difusión del evento, Diego la Hoz menciona: “Nosotros trabajamos desde la idea de la colaboración. Nuestros procesos creativos son procesos colaborativos en donde tenemos puntos de encuentro, colaboramos el uno con el otro”, de este modo lo que vemos es escena es fruto de una retroalimentación entre autor y actor; y la poiesis producida construye una metáfora con sus propias reglas; que no solo atañe al actor como productor de sentido en escena, sino a la recepción de quien espectamos, que a la vez  producimos nuevos significados. La Hoz menciona: “Queremos generarle al publico preguntas. Queremos contarle un relato y que se quede ahí en una situación no pasiva, sino más bien que pueda llenar ese rompecabezas vacío que va dejando la obra, para que luego pueda salir con nuevas miradas sobre sí mismo, sobre el tiempo y sobre su propia historia.” Y vaya que lo logra.

Partiendo de la idea de que el teatro es convivio, reunión de cuerpo presente; nos atrevemos a afirmar que Paréntesis transmite experiencias, comunica y permite al espectador participar directamente en el acontecimiento teatral mismo. Se trata de un teatro en el que las acciones y las palabras son importantes. Cerrando la puesta, el actor menciona “Soy un actor y les he mentido” y a partir de eso reflexiona no solo del hacer del teatro, sino de la vida misma, del tiempo y de un nosotros que es –somos- la humanidad. Los elementos escénicos, libros, fotos, ropa, entre otros ayudan a reproducir ese ambiente en el que se hace un recorrido por el tiempo; y las canciones –introductoria y final- terminan por hacer la puesta acogedora y sobre todo, conmovedora.


Escrito por

Gabriela Javier Caballero

Estudiante de Literatura de la Universidad Nacional de San Marcos; ha llevado un taller de crítica teatral con Sara Joffré y el seminario \"Análisis del trabajo del actor\", dictado por el argentino Jorge Dubatti. Interesada en la crítica y en la investigación


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El teatro sabe

teatro, espectáculo, cultura